Telmo no quiere ser niño

A Telmo no le gusta ser un niño pequeño.
Y lo que menos le gusta es tener que caminar.
Cuando va por la calle se siente perdido en un bosque de piernas.
Las personas mayores son grandes y van tan deprisa... Caminan muy rápido y sus caras están tan altas que a Telmo no le da tiempo a verlas bien. Son como sombras borrosas.
En vez de tener que caminar a ras del suelo, a Telmo le gustaría volaar como los pájaros.
O nadar como los peces.