El medio acuático genera sensaciones de libertad inimitables. Al sumergirnos, el cuerpo pasa a formar parte de la corriente, se deja mecer por los vaivenes de las olas, flota al ritmo de los impulsos de la naturaleza. A todos nos iguala y regala libertad, transforma las percepciones motrices y produce emociones difícilmente igualables. La ingravidez provoca reencuentros con emociones cercenadas, también para la protagonista, que deja entrever como el océano puede convertirse en bálsamo y complemento perfecto en todo lugar. La prosa poética de Fran Pintadera dibuja un horizonte de paz, a través de un hermoso mensaje subyacente de normalización y esperanza. Las palabras se transforman en bellas instantáneas de vida cotidiana, radiografía de un verano, desde los juegos en el coche camino a la playa hasta los abrazos y las caricias entre personas que se quieren y se ayudan acunadas por la brisa marítima. Una historia que sirve como oasis del tiempo estival, para evocar en el retorno a las rutinas de la gran urbe. El seductor universo gráfico ha sido creado por la artista madrileña Raquel Catalina.
El medio acuático genera sensaciones de libertad inimitables. Al sumergirnos, el cuerpo pasa a formar parte de la corriente, se deja mecer por los vaivenes de las olas, flota al ritmo de los impulsos de la naturaleza. A todos nos iguala y regala libertad, transforma las percepciones motrices y produce emociones difícilmente igualables. La ingravidez provoca reencuentros con emociones cercenadas, también para la protagonista, que deja entrever como el océano puede convertirse en bálsamo y complemento perfecto en todo lugar.... Seguir leyendo
Ingrávida

Como cada año, vuelvo a la costa.
Cuanto más me acerco al mar,
más ligera me siento.
Atrás quedan la ciudad y sus calles,
las rampas y las escalinatas.