El mar de los Trolls

Jack despertó antes del amanecer y oyó el frío viento de febrero azotando las paredes de la casa. Suspiró. Iba a ser otro día asqueroso. Contempló con fijeza las vigas del techo, saboreando los últimos minutos de calor. Estaba envuelto en mantas de lana sobre un lecho de brezo seco, y el suelo de la habitación estaba hundido por debajo del nivel del terreno...