Curioso libro, editado con mucho celo, que rescata los diarios de viaje de un periodista del «Petit Vingtième», reportero que aún hoy se desconoce quien era. Entre 1929 y 1939, años fascinantes de la historia universal, el autor recorre el mundo entero centrando sus crónicas en el país de los soviets, en el Congo Belga, en algunas de las ciudades más importantes de Estados Unidos, en países de África como Egipto y de Extremo Oriente como China, en la Amazonia... Y, por supuesto, sus crónicas tocan temas realmente inquietantes. Curioso libro, editado con mucho celo, que rescata los diarios de viaje de un periodista del «Petit Vingtième», reportero que aún hoy se desconoce quien era. Entre 1929 y 1939, años fascinantes de la historia universal, el autor recorre el mundo entero centrando sus crónicas en el país de los soviets, en el Congo Belga, en algunas de las ciudades más importantes de Estados Unidos, en países de África como Egipto y de Extremo Oriente como China, en la Amazonia... Y, por supuesto, sus crónicas tocan temas realmente inquietantes.

Diario de viaje de un reportero del «Petit Vingtième».

7 de enero de 1929
El próximo jueves salgo hacia la Rusia soviética.
Antes de partir debo recordar devolver a Georges el libro de Joseph Douillet e intentar leer El apocalipsis rojo que me ha aconsejado el padre Wallez.

9 de enero de 1929
Acabo de leer unos párrafos de Henri Béraud: «No hay ninguna potencia en el mundo que los iguale en la manipulación de la realidad. Ponen autocares a disposición de sus invitados con un recorrido admirablemente organizado que sólo bordea las fachadas de este Los Ángeles comunista. Una fábrica modleo, una granja modelo, una escuela modelo, una prisión modelo».

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