La brevedad y sencillez del texto, en torno a una imagen fantástica con fuerza poética -bailar con las nubes, casas que crecen aupándose unas sobre otras-, cobija un mensaje que alude a la riqueza de la aportación de personas de distintas culturas y razas a las modernas ciudades. El acento recae sobre el paisaje humano, tan cálido y alegre, preferible a la frialdad y el silencio de las nubes. La misma calidez revitalizadora que esta autora argentina brinda en el intenso colorido de sus imágenes.
La brevedad y sencillez del texto, en torno a una imagen fantástica con fuerza poética -bailar con las nubes, casas que crecen aupándose unas sobre otras-, cobija un mensaje que alude a la riqueza de la aportación de personas de distintas culturas y razas a las modernas ciudades. El acento recae sobre el paisaje humano, tan cálido y alegre, preferible a la frialdad y el silencio de las nubes. La misma calidez revitalizadora que esta autora argentina brinda en el intenso colorido de sus imágenes.
Bailar en las nubes

Todas las mañanas salía de mi casa a observar las nubes. Mi sueño era bailar con ellas algún día. Mi mamá decía que me olvidase de esa idea, que solo los pájaros lograban tocarlas. Pero yo insistía.