Los ratones gemelos Greta y Guille demuestran un profundo afecto por el árbol Fito. Desde que se conocen (nunca habían visto a una planta que hablase), en un día especialmente desapacible, se preocupan por él en cada estación, sobre todo cuando las inclemencias meteorológicas o los incendios amenazan su salud. Los protagonistas descubren el ritmo y los vaivenes que genera la naturaleza en los seres vivos al mismo tiempo que fraguan una amistad basada en la empatía. Los collages, marca de la casa del genial y añorado Leo Lionni, diseñador gráfico, pintor e ilustrador fallecido en 1999; permiten reencontrarnos con protagonistas idénticos (o, cuanto menos, emparentados), a los de otras obras cumbre de su producción literaria infantil, y llaman la atención de los pequeños lectores para intuir las transformaciones del paisaje ligadas a cada época o los peligros que los fenómenos atmosféricos o la mala praxis del hombre genera en nuestro medio ambiente. La fábula, editada en un formato a la medida de la planta coprotagonista, también sirve como reflexión sobre el crecimiento y el paso de los años, o en las características que debe poseer una amistad sincera para mantenerse a lo largo del tiempo.

 

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Los ratones gemelos Greta y Guille demuestran un profundo afecto por el árbol Fito. Desde que se conocen (nunca habían visto a una planta que hablase), en un día especialmente desapacible, se preocupan por él en cada estación, sobre todo cuando las inclemencias meteorológicas o los incendios amenazan su salud. Los protagonistas descubren el ritmo y los vaivenes que genera la naturaleza en los seres vivos al mismo tiempo que fraguan una amistad basada en la empatía. Los collages, marca de la casa del... Seguir leyendo

Un año entero

Era el primer día de enero y para los gemelos

se trataba de su primer paseo por la nieve.

- ¡Mira! -dijo Guille-, un ratón de nieve!

- Tiene una escoba en la mano -respondió Greta.

Poco después escucharon una voz:

- No soy una escoba. Soy un árbol y me llamo Fito.

Los gemelos no podían creer lo que estaban

escuchando: ¡Un árbol parlante!