Archi sale del hospital con la recomendación de reposar, y el mejor sitio para hacerlo es la casa de sus tíos. Entre las cosas interesantes que le suceden allí, la más importante es que aparece su prima Lisa, con quien comparte muchos secretos y con quien, para no tener él más dolores, al final viaja al país Verde Doncella. La imaginación del niño y su fantasía basada en las manzanas forman parte de un recorrido concebido de manera que el lector pueda reflexionar sobre la difícil situación que vive el personaje. Archi sale del hospital con la recomendación de reposar, y el mejor sitio para hacerlo es la casa de sus tíos. Entre las cosas interesantes que le suceden allí, la más importante es que aparece su prima Lisa, con quien comparte muchos secretos y con quien, para no tener él más dolores, al final viaja al país Verde Doncella. La imaginación del niño y su fantasía basada en las manzanas forman parte de un recorrido concebido de manera que el lector pueda reflexionar sobre la difícil situación que vive el personaje.

El niño que confundió a su prima con una manzana

Cuando Archibaldo de la Cruz tenía diez años, le pasaron varias cosas a la vez. En primer lugar, le habían mandado reposo porque acababa de salir de una enfermedad muy mala y necesitaba aire puro y mucho sol. Lo cual, para un niño inquieto como él, era como si se le hubiera venido encima la maldición de la momia, el alud de la muerte y posterior caída al pozo de las serpientes, todo junto. Segundo, las patillas de sus gafas nuevas se le clavaban en las orejas como si hubieran sido diseñadas por Fu–Man–Chú.